el rincón del curioso/Jorge G. Boró
Consecuencias

Después de una semana de guerra en Irak no parece que todavía se puedan percibir consecuencias sobre el sector inmobiliario. Los mercados bursátiles españoles y mundiales sí han sufrido altibajos. La verdad es que, en estos momentos tan traumáticos de una guerra, hablar de consecuencias en mercados y sectores económicos puede parecer insensible pero, en un periódico especializado como éste, es lo que nos queda.
Ya hay otros cientos de publicaciones, radios y televisiones que hablan y tratan cada día desde un punto de vista más humano, si es que lo hay, este conflicto.
En el sector inmobiliario no se perciben las consecuencias, al menos en el área residencial, que incluso puede ir hacia arriba si se toma como un valor seguro frente a otras áreas de la economía, otros productos y los mercados bursátiles que son más volátiles. Ya se sabe que, ante este tipo de situaciones, los ladrillos son un valor seguro y sirven como refugio. Los centros comerciales sí pueden verse afectados si se vive una guerra larga y se produce un retraimiento del consumo, así como las oficinas y los espacios industriales si la economía vive un parón.
En el área de las segundas residencias, en la que nuestro país recoge una importante demanda procedente del mercado europeo, no es previsible que se frenen los niveles actuales, puesto que España está considerada como una zona fuera de riesgo del conflicto y puede recoger clientes de otras áreas del Mediterráneo. Todo esto son meras conjeturas puesto que en estas situaciones todo cambia en cuestión de horas. Es de esperar y deseable que está guerra termine lo antes posible. Primero y las más importantes, por razones humanitarias. Y, segundo, para que la tragedia humanitaria no se traslade a nuestra economía y se traduzca en dificultades para nuestros mercados. Todo dicho sin ninguna demagogia que, para eso, ya tenemos a los partidos políticos y sus dirigentes que son los primeros en buscar beneficio de estas trágicas situaciones.